lunes, 17 de enero de 2011

Doctor Gauss

Bueno, por fin he sacado algo de tiempo para subir el relato de la asignatura, así que, allá va. Espero que lo encontréis aceptable.


Doctor Gauss
Ya habían pasado diez años. Diez largos años desde que los laboratorios UBU le habían tildado de loco insensato y, no sólo habían parado su investigación, sino que también le habían despedido. La perfecta vida de Samuel Field se había truncado, todo por gente corta de miras, estúpidos, arrogantes, que se creían capaces de dictar qué era bueno o malo. Pero Field no estaba dispuesto a abandonar la meta de su vida, la creación de la herramienta perfecta. Y, curiosamente, encontró ayuda en los bajos fondos de Star City, junto a los mafiosos que todos odiaban.

Hacía tiempo que su mujer le había abandonado y ya no tenía familia a la que querer. A Samuel Field sólo le quedaba la venganza. Y estaba a punto de conseguirla, ayudado por sus maravillosas invenciones: un poderoso cañón Gauss y su herramienta perfecta, una pistola de levitación. Aunque originalmente su intención era conseguir un artefacto que permitiera levitar a los seres humanos, pronto se dio cuenta de que podría aplicar lo aprendido para fabricar un cañón Gauss imparable. Sus contactos con la mafia le habían proporcionado acceso a tecnología secreta de lo mas variopinta. Tras múltiples experimentos (muchos de ellos con fracasos estrepitosos), fue capaz de sintetizar un compuesto químico capaz de aportar la energía necesaria para generar los poderosos campos electromagnéticos necesarios para elevar a una persona. No sólo eso, sino que también consiguió, progresivamente, reducir el tamaño necesario del artefacto hasta condensarlo en una semi-armadura que le cubría el brazo. Así, con el poder de crear imanes casi a placer, perfeccionó la tecnología del cañón Gauss para crear su propia versión a la que llamó Rifle Gauss, un artefacto que disparaba proyectiles ferromagnéticos y que, sádicamente, había decidido cargar con clavos, capaces de ser emitidos a velocidades mucho mayores que la del sonido. Debido a esto, Field completaba su pseudo traje con un casco que le protegía de las fuertes ondas sonoras.

Y ahora, estaba frente a la sala de juntas de Laboratorios UBU, dispuesto a empezar con su venganza. De una patada abrió la puerta y los vio a todos, sentados en la mesa ovalada, con sus opulentos trajes negros, riendo mientras decidían el destino de su empresa, fumando sus caros puros de importación.
El presidente fue el primero en morir. Su rechoncho cuerpo se vio atravesado por los proyectiles del rifle. El estruendo provocado por éstos al superar la barrera del sonido dejo sordos a la mayoría de los presentes. No es que les llegase a importar mucho, pues casi todos fueron elevados del suelo por el arma levitadota hacia el exterior, arrojados al vacío desde el septuagésimo primer piso que ocupaba la sala de juntas.
Como un macabro mensaje, usó unos clavos a modo de proyectiles para dejar al presidente de la compañía pegado al techo. Esto aun no había terminado.


La noticia de la masacre en Laboratorios UBU no tardó en llegar a oídos de Oliver Queen. O lo que es lo mismo, Green Arrow no tardó en plantarse en la escena del crimen. Cuando llegó, el teniente Hilton estaba revisando las grabaciones de seguridad.
-¡Eh! ¿Dónde ha dejado las palomitas, Hilton?
-Muy divertido. ¿Ves a ese tipo de ahí? –el teniente señalo a un hombre enjuto, vestido con bata blanca y armado con dos artefactos que le ocultaban cada uno la mitad de los brazos -. Es el asesino. En unos segundos verás de lo que es capaz.
A estas alturas de su carrera, después incluso de regresar de la muerte, pocas cosas sorprendían a Oliver Queen, pero la brutalidad y la sangre fría con la que ese tipo mató a los miembros del consejo de Laboratorios UBU le dejaron perplejo. Era cierto que eran unos fascistas desalmados, que explotaban a mucha gente en sus sedes africanas, pero esto… esto era demasiado.
-¿Se sabe quién es?
-Al parecer, un guardia de seguridad ha reconocido al tipo. Se llama Samuel Field, trabajó en Laboratorios UBU hasta hace unos diez años. Fue despedido por causas desconocidas que estamos investigando. Aunque no necesitábamos esa información para saber que el motivo de la masacre es la venganza. Ven, te lo mostraré
Arrow y Hilton entraron juntos en la devastada sala de juntas. No quedaba ni un solo cristal en pie y los cadáveres de las personas que no habían sido arrojadas al vacío yacían, la mayoría, en sus asientos. Lo repentino del suceso les había impedido reaccionar. Aun con todo, lo más desagradable fue la visión del presidente de la compañía clavado al techo, con una frase marcada en su barriga: “Destruiré tu vida”.
Oliver se rasco la barbilla en un gesto pensativo, revolviendo su perilla rubia. El arquero esmeralda estaba seguro de que esto no terminaba ahí, pero necesitaba saber más sobre aquellos hombres.
-Hilton, ¿como se llama este tipo? El colgao quiero decir.
-Su nombre es Francis Spark, es el accionista mayoritario de Laboratorios UBU. Vivía con su esposa e hijos a las afueras de la ciudad, en Oak Forest. Hemos mandado una patrulla para avisarles de la muerte de…
-¡Teniente! –un joven oficial entraba corriendo en la sala, bajo la atenta mirada de Green Arrow-. Disculpe la interrupción, Teniente. Le traigo la información que solicitó.
-Gracias, James, puedes retirarte –Hilton leyó el informe rápidamente-. Al parecer, hace diez años el señor Field fue despedido por intentar llevar a cabo un proyecto de investigación que la empresa consideraba peligroso. Se trataba del uso de campos electromagnéticos para conseguir hacer que las personas levitasen y así facilitar las tareas a un montón de trabajadores de diversa índole: albañiles, bomberos, médicos…
-Según tengo entendido, este tipo de investigación ya se lleva a cabo en otros laboratorios del mundo –Oliver había oído hablar de ello al Murciélago, pero no solía prestarle atención, así que no recordaba con exactitud qué había dicho.
-Así es. Pero al presidente de la empresa de aquella época, Spark, no le interesaban los fines benéficos del proyecto. Samuel se negó a colaborar con las condiciones que le ofrecía Spark, así que le despidieron de mala manera y archivaron el proyecto. Poco después la mujer de Field le abandonó y desde entonces no se sabe nada más de él. Se cree que se involucró con la mafia, aunque...
Algo en la mente de Oliver se encendió en el momento en que Hilton mencionó a la mujer de Field. De repente, las palabras grabadas en el cuerpo de Francis Spark cobraron sentido.
- … y es todo lo que sabemos del tipo. Arrow, ¿me estás escuchando?
- Hilton, contacta con la patrulla que has enviado a casa de Spark y adviérteles de que Samuel Field se dirige hacia allí –antes de que el teniente comenzase a replicar, Ollie añadió-. No lo cuestiones, hazlo y date prisa. Nos vemos allí.
El hombre vestido de verde disparó una flecha-liana y se lanzó por la ventana dejando perplejos tanto a Hilton como al resto de personas que había allí. “Alguna vez tengo que grabar sus caras”, pensó Green Arrow mientras se alejaba de los Laboratorios Star por las azoteas de los edificios.

Cuando llegó a la casa de los Spark, se encontró con los cadáveres de los dos policías de la patrulla de Hilton. Apenas reparó en ellos, para adentrarse con gran velocidad en la fabulosa mansión. No tardó mucho en oír chillidos y golpes, y se dirigió hacia su lugar de origen, subiendo por las escaleras del hall de entrada hasta el segundo piso. Avanzó por un amplio pasillo revestido de moqueta roja y con paredes de madera de roble, abriendo con cautela cada una de las puertas que se encontraba. En ninguna había nadie. Cuando llegó a las habitaciones de los niños, se alegró de encontrarlas intactas. Con un poco de suerte, estarían aun en el colegio, pero aun así, debía encontrar a la señora Spark. No se podía permitir dejar a esos niños huérfanos. De ninguna manera.

Estaba a punto de llegar al final del pasillo cuando escuchó golpes de la siguiente puerta y vio el pomo girar. Con gran agilidad, se metió en la habitación que acababa de abrir y esperó a que pasara Field. El cuerpo de la señora Spark flotaba delante suyo, aun con vida, mientras el maníaco se lo llevaba por el pasillo de vuelta. Oliver decidió actuar. Saltó al pasillo y gritó:
-¡Eh, tu! ¿Te crees la versión cutre del Doctor Polaris? Aunque él ya es bastante cutre…
Field se giró a tiempo para desviar con su arma levitadora la flecha de Oliver, dejando caer a la señora Spark. Antes de poder contraatacar, Arrow se lanzó a la habitación de la que había salido. Furioso, Samuel se dirigió tras él
-Tres –susurró Ollie-, dos, uno… ¡Bingo!
Justo en el momento en que Field entraba, la flecha explosiva que Green Arrow había clavado en el techo detonó su carga, provocando que un montón de escombros enterrasen a Samuel Field, quien no tuvo tiempo suficiente para reaccionar. Accionó su arma levitadora para descubrir, horrorizado, que los numerosos cascotes que habían caído sobre ella la habían destrozado. No se atrevió a activar su rifle Gauss.
-Es irónico que hayas diseñado un arma tan potente y no se te haya ocurrido protegerla contra unas piedras, ¿no crees? –Green Arrow sonrió-. Es una suerte para mí tener semejantes corazonadas.

Los hombres del teniente Hilton llegaron poco después, para llevarse al trastornado Field. Green Arrow los observaba de lejos. Una oscura figura se poso a su lado.
- A tus vecinos les gusta jugar con fuego, ¿verdad, Arrow?
- Me conformo con eso, no me gustaría tener un Joker en mi ciudad, Batman.
- Es cierto, no te gustaría –Oliver se giró hacia él -. He venido a por sus juguetes, espero que no te importe.
- Por mi perfecto –Arrow dio la vuelta, y caminó hacia Star City.- Pero mantelos lejos de mi ciudad, Bat… -cuando se giró a despedirse, el Murciélago ya no estaba. Oliver suspiró – Él si debería grabar las caras que se nos quedan…

No hay comentarios:

Publicar un comentario